|Un Amor en el Siglo XIX| [Joe&Yo]

Hoola Chicas, aquí yo de nuevoo ^^ ... Bueno... Esta Novela la escribi junto a una amiiga.. ^^ ... Practicamente es de las 2 ... .. S ino subo yo ... Sube ella ... Aquí va...
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Esta historia transcurre alrededor del año 1830, años en donde todos tenian ideas fijas y el machismo abundaba. Todo en esa época era muy conservador. Hábian dos familias opuestas por diferencias desconocidas, y que nadie se atrevía siquiera a preguntarlas. Un día en un fántastico baile, al cual todos los de la clase alta estaban invitados, incluyendo a ambas familias, Agostina Anne Panetteire se encuentra con un apuesto chico, Joseph Adam Jonas, un miembro de la familia enemiga de los Panettiere. Pero nada se podía hacer, ambos se enamoraron y vivirán un Amor...Prohibido.
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... Espeeroo que les guustee ^^ ... Un besiito biie!!

Bueno, aparte de la Sinopsis le dejo el primer Cap para que lo lean Ook... Es más o menos largo asi es mejor ^^...
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Capitulo I

Me encontraba durmiendo placidamente, cuando escuché una vos muy familiar.

- Señorita!, levántese ya es muy tarde -me sacudía, para que me levantara- Señorita! hay que comenzar con las clases de baile.

- Como si eso me importara Rose... -cerré mis ojos- Mi padre lo único que conseguirá llevándome a ese baile será... -Rose me interrumpió-.

- Señorita Agostina! Por favor, mi trabajo es enseñarle educación, para que sea una mujer de bien... -suspiró y antes de que yo pudiese pronunciar alguna palabra dijo- y a ese baile asistirán TODOS, por ahí alguien le atrae.

- Cállate Rose! -me levanté de mi cama- No me pienso casar! A parte si me llego a casar no será por amor, ya que mi padre elegirá al desafortunado.

Seguimos discutiendo mientras ella me ayudaba a vestir. Una charla incomodísima con la mujer que trataba de educarme, de una u otra forma era REBELDE, nadie pudo cambiar ninguna de mis actitudes desde pequeña, mi madre sólo se dedicó a ser la buena esposa, pero jamás se preocupó por mi educación, solo era la niña que tiene todo y jamás se queja, y no solo por ser hija única, sino por el que dirán de la familia. Al rato de terminar de vestirme y peinarme bajé a desayunar con mis padres.

- Buenos días , padre, madre -mi madre sólo asintió, pero mi padre me miró fijamente- Sucede algo?

- Agostina... mira, no quiero que pienses que te estoy obligando... -lo miré desentendida- Pero en este baile tendrás que encontrar a alguien con quien te cases.

Tanto mi madre como yo lo miramos espantadas. ¿Que me estaba diciendo? Sólo tenía 15 años, apunto de cumplir los 16.. Aunque, en realidad esto no me sorprendía tanto, además no podía oponerme soy una mujer, las mujeres en este mundo no tenemos derecho a opinar.

- Padre... -me miró como si me obligase- lo haré -suspiré-.

Al terminar el desayuno fui a mi habitación para comenzar mis clases de danza para ese bendito baile que seria en dos semanas. Eran pasos fáciles al principio, pero luego se tornaron difíciles debo decir. Paso una semana y me aprendí todos los pasos, pero con estos vestidos, que son enormes, se me complicaba demasiado bailar. Rose y mi madre me acompañaron a comprar el vestido y la máscara para la fiesta. Cuando entramos en la tienda vi a una joven que se me hacia conocida.

- Hola -dije, ella sólo sonrió- cómo te llamas?

- Demetria -dijo risueña- tu eres Agostina Panettiere, cierto?

-Si

[...]

- Vas al baile del próximo sábado? -dije luego de hablar más de media hora escogiendo vestidos, mi madre y Rose habían desaparecido en la tienda-.

- Claro, mi madre quiere que conozca a un joven que se llama Joseph no se que... Debo admitir que lo he visto un par de veces y es muy apuesto, pero no creo que sea de mi tipo.

- Yo también tengo que conocer a alguien, pero para casarme. No tengo opción, no puedo oponerme.

- La vida es injusta, sabes? -camino hacia el otro lado de la tienda- Mira este te quedará perfecto, ojalá me entrara a mi.

Vi el vestido y quede en shock era demasiado hermoso, como de una princesa, me dio un antifaz que le agradeceré la vida era precioso e iba a tono con el vestido. Luego la ayudé a buscar uno para ella. Demi, su apodo, resultó ser muy buena persona, pero me pregunto, ¿Como supo mi nombre? Cuando quise preguntarle ella me dijo que se iba y yo también tenia que irme. Al salir con Rose y mi madre de la tienda, vi a un joven... Era alto, de pelo negro, lo llevaba algo despeinado y aunque no lo crean logré ver sus ojos, eran de un color café muy especial. No desviamos la mirada hasta que mi madre me ordenó entrar al carruaje. Luego de subir al carruaje, sentí su mirada aun sobre mí, por lo que no pude evitar sonrojarme, era muy apuesto, sentí una satisfacción enorme cuando alzó de la nada la mano para saludarme a lo que me mantuve al margen, mi madre estaba presente. Llegamos a casa y mi padre me mandó a llamar.

- Agostina -dijo seriamente- Siéntate, por favor hija. -Yo solo asentí y me senté.- He hablado con mi gran amigo John Efron y bueno, tu sabes el tiene un hijo soltero que se encuentra en América en estos días -a que venia esto? me asustaba- Pero estará aquí en un mes...

- Y eso a que se debe, padre? -me hice la tonta, pero algo malo estaba por decirme o por lo menos en mi punto de vista, se piensa que soy tonta-.

- Con John, queremos juntarlos, arreglar su boda...

En ese momento sentí que me caía una catarata de agua extremadamente fría...

- Pero, pero padre -me alteré- no lo conozco, imagínese si él muchacho ese, es una asesino -excusa más tonta no podía inventar-.
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=) Espero que les haya gustado Biie!!

Viicky (L) ... xDD!!! (: ... Awee sii!! ^^
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Un momento antes...

Narra Joe:

- [...] Es la mujer más bella que he visto en toda mi vida -suspiré- es muy... joven, pura...

- Joe, Joe, te pegó fuerte esa muchacha.. ¿Sabes cómo se llama?

- No, pero espero encontrarla otra vez -parecía encantado- Oye, Nick.. Hermano.. -se me prendió la lamparita-.

- Qué puedo hacer por ti, hermano. -parecía resignado-.

- Podrías ir a la tienda y averiguarme su nombre al menos...

Primero Nick no aceptó, pero soy muy bueno para persuadir a la gente...

Narra Agostina:

Ya faltaba un día para ese baile, al cual ya no le encontraba sentido. Rose me fué a despertar como todos los santos días. Ese día lo tenía libre y hacía mucho calor como para quedarse en casa.[/b]

- [...] Rose, hoy voy a salir sola, no le digas a mi padre.

- A dónde va señorita?

- A nadar, pero quiero ir sola...

Salí por la puerta trasera ,busqué un caballo y me fui al lago. Estaba tan hermoso, tan cristalino. Me desvestí y me metí al agua.

Narra Joe:

Me encontraba en camino a mi lago favorito sólo para nadar un poco, hacia mucho calor. Al llegar me desvestí, pero de repente vi una silueta dentro del agua, era una mujer... Una hermosa mujer, no pude evitarlo y entré al lago.

Narra Agostina:

- ¿Quién anda ahí? -escuché un ruido, pero nadie contestó así que me sumergí nuevamente-.

Cuando salí, lo vi justo en frente mío muy, muy cerca.

- Hola -dijo-.

- Aaah!! -me tapó la boca y lo miré asustada-.

- Shh -me miró y me reconoció, y yo también a él. Trataba de ocultarme puesto que estaba sin ropa.- Agostina, verdad?

- ¿Cómo sabe mi nombre? -me sonrió-.

- Soy adivino -ambos reímos-.

- Mmm... ¿Me haría un favor?

- Lo que sea por usted.

- Se podría dar vuelta y no mirar hasta que yo le diga -me sonrojé-.

- Oh! -se dio cuenta- Si. si lo siento. -dicho esto se volteó-.

Salí y me vestí lo más rápido posible.

-Ya está, puede darse vuelta -dije tímidamente- lo lamento -él iba saliendo, así que me tapé los ojos- Pero me tengo que ir -tomé mi caballo y salí de ahí-.

Narra Joe:

- Hey! Espere, ¿Dónde vive? –la vi irse rápidamente sobre su caballo- No sabe mi nombre -dije lentamente viéndola desaparecer- Wow! Si que es linda.

[b]Narra Agostina:

Luego de perderme en el bosque y de encontrarme completamente mojada, regresé a casa pero no tenia ganas de esconderme así que entre por la puerta principal. Las criadas me miraban por mi mal estado, ropa completamente mojada, y sucia por el caballo, había decidido tirar mi ropa...

Apenas pise el hall de entrada, mi madre estaba de brazos cruzados mirándome fijamente.

-Agostina Anne Panettiere. ¿Dónde te habías metido? -suspiró del enojo- ¡Mírate! Estás completamente sucia.

- Voy a cambiarme.

- Espera -dijo en tono frió que me asustó-.

- ¿Qué pasa, madre?

- A la noche viene a cenar el amigo de tu padre...

Después de escuchar "el amigo de tu padre" sentí una presión enorme en el pecho, no sé si fue por nervios, cólera o algún sentimiento que jamás había experimentado. Yo sabía a que "Amigo" se refería, ese que tiene un hijo en América y quieren que se case conmigo. Yo no pienso casarme, o por lo menos por ahora.

- ¿Qué amigo? -traté de decir "¿Por qué?", pero me salió eso de la boca.-.

- John... -se sorprendió- Acaso no te dijo nada de John Ef...

- Ah! -la interrumpí- él... ¿Y a qué viene?

- Bueno su hijo adelanto el viaje y ya está en Liverpool.

- ¡¿Cómo?! -Grité-.

-¡Anne, no me levantes la voz!... Él joven quiere conocerte, y adelantó su viaje. Ha llegado a la ciudad ayer por la noche.

- Pe..pe..pero -tartamudeé- No... no puede ser...

- Lo más probable es que quiera ir al baile contigo, ya que es mañana...

Rose llegó al hall, dónde mi madre y yo estábamos "conversando"

- ¡Señorita! ¿Qué le ha pasado?

- Nada, Rose, nada...-dije con furia y me retiré a mi habitación-.

No podía creerlo, no podía ser verdad, acaso me quedaba corta vida de adolescencia y de soltería. El solo hecho de saber que ya había llegado y que ni siquiera lo conocía, me ponía los pelos de punta. ¿Como mi propio padre pretende que me case con alguien que recién voy a conocer y que de seguro no me va a gustar? Pero ese no es el problema, el problema que me atormenta es.. ¿Voy a seguir siendo feliz casada con alguien que apenas voy a conocer? ¿Mis padres habrán pasado por esto mismo? y sino ¿Por que me obligarían?. Pasé toda la tarde llenándome de preguntas incoherentes, pero eran preguntas importantes y que me pasaban por la mente ante esta situación. Pero durante un momento me acordé de lo que había pasado esa mañana. Lo volví a ver, aunque, no se su nombre, no nos encontramos en un buen ambiente por diversos motivos, los cuales no pienso recordar por el momento. Pero cuando lo miré a los ojos sentí como si el tiempo no corriera. Todo fue por un momento mágico, evitando decir que me escape antes de que me hiciera alguna pregunta, lo único que quería saber antes de darme cuenta en que condiciones impresentables me encontraba era.. ¿Cómo supo mi nombre? ¿Quién se lo dijo?. Y volví con más preguntas que revoloteaban en mi mente al mismo tiempo que las anteriores. Mi vida era injusta... MUY injusta, tal vez no tenia remedio, que podía hacer
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Espero que les guuste ^^ ... Un super Beso bye!

Viickyyy ^^ ... Super espectacular Graciias ^^
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El sol se escondió, era un crepúsculo hermoso, entre tantas leyendas, quisiera que los Licántropos y los Fríos realmente existieran, me gustaría pertenecer a los Fríos así poder asegurar mi eterna juventud de 15 años y ser hermosa por siempre. Pero que superficial podía llegar a ser, jamás me importo eso en absoluto ¿Por qué me importaría justo en este momento? seguro es por ese joven, es tan hermoso que podría decir que pertenece a los Fríos, solo que no tiene las mismas cualidades. En ese momento quería que mi vida fuese una historia y que pronto pasara a ser una leyenda transmitida en generaciones. Ya me imagino la vida dentro de unos años, sólo quiero poder estar libre del matrimonio hasta que yo me proponga casarme y no que me obliguen a esto como mi padre esta haciendo, espero que se deba algún factor importante por el cual me obliga a aparentar encantada con este muchacho, Zachary.

- Anne -Mi madre acostumbra a llamarme Anne y no Agostina- ¡Baja!

Me asomé al descanso de las escaleras que guiaban al gran salón de bienvenida de mi casa, ellos no podían verme. Divisé a un señor mayor que supuse que era John Efron, el amigo de mi padre, a su lado estaba una mujer muy hermosa, a pesar de que parecía una mujer mayor era muy apuesta y elegante, debo admitir. A la derecha de ésta mujer había un joven rubio de unos radiantes ojos celestes, apuesto, si muy apuesto, supuse que es el famoso "Zac", como lo llama mi padre, Efron. Todos los que estaban esperándome hablaban, mientras visualizaba a Zachary me di cuenta de que hablaban de mi.

- […] Anne, es una chica muy educada -dijo mi padre-.

- Demasiado es muy gentil y refinada… -¿Acaso buscaban algo con esta familia? Yo no era como me estaban describiendo ante ellos. Yo era REBELDE. Jamás fui muy refinada, solo un poco, nunca fui gentil ni educada con personas que no me caen bien y si ellos buscaban atarme a su hijo, no me caían bien, por ende iba a hacer quedar mal a mis padres.-

- Tarda mucho en bajar -dijo impacientemente la Sra. Efron-.

- Mamá, debe valer la pena esperar. –dijo el rubio -

- Si, es una muchacha preciosa -dijo el padre de éste-.

Claro, ellos querían convencerlo de casarse conmigo, por una parte no era del todo mal, es un joven muy apuesto pero es muy grande para mi... Cálculo que tiene unos 20 años. Decidí bajar.

- Wow! -dijo atónito "Zac"-

- Hijo, compórtate -dijo la madre-.

- Perdón por la tardanza -dije fingiendo ser educada-.

- Todo sea por usted -me hizo acordar al joven de esta mañana-.

- Aún así ofrezco mis disculpas a vosotros caballeros y a usted señora.

Mis padres fingían entusiasmo hacia mi comportamiento, podía ver en la cara de satisfacción de mi padre <<se casará, ya la aceptaron>>, lo único es que no me salía ser descortés con ellos tenía miedo, debo admitirlo, por ahí arruinaba algún plan de mi padre y él jamás me lo perdonaría. La cena fue servida, todo parecía perfecto, más las caras de "Feliz cumpleaños" de esos señores que dicen ser mis padres. El orden de como estábamos sentados en este caso no tiene importancia alguna, lo único importante fue que dejaron que Zachary se sentara en frente mío.

- [...] Claro, mira amigo mío nuestros negocios van demasiado bien, hasta podemos abrir otro, no crees?

- Sería un placer hacer más negocios contigo, John.

Mi padre estaba mirando a Zac y a mi por el rabillo del ojo, mientras hablaba con su querido amigo. De repente hubo un silencio algo incómodo, pero Zac decidió interrumpirlo.

-Y Agostina, ¿Cuántos años tiene? -dijo mirando su plato de comida-.

- 15... Tengo 15 años -alcé la vista y juntamos miradas- Pero mi cumpleaños está muy cerca ¿Por qué pregunta?

No me sacaba la mirada de encima, parecía una competencia, tenía unos ojos muy, muy lindos.

- Por curiosidad -dijo finalmente-.

- ¿Cuántos años tiene usted? -entendiendo su juego-.

- 21 años -sonrió dejando al descubierto su sonrisa, compuesta por unos dientes blancos y perfectos- ¿Porqué pregunta?

- Por curiosidad -volví la mirada a mi plato de comida, sonriendo con satisfacción-.

Pasaron unos minutos, nuestros padres nos observaban, diría que fue un hecho que les gustó a todos los adultos, el era perfecto en todo sentido.